Una sinfonía armoniosa de naturaleza y humanidad. Un discurso divino de color y forma. La Anunciación de Alesso Baldovinetti es uno de los símbolos tempranos del Renacimiento. El cuadro une lo profano y lo sagrado, hace gala de un meticuloso detallismo y ejemplifica la exploración de la armonía espacial. Los colores florecen cuando el ángel y María encarnan la gracia virtuosa, marcando un momento celestial dentro de los confines terrenales de un jardín bien cuidado. Esta composición narra una historia de revelación y serenidad, donde la búsqueda de la perfección se encuentra con un equilibrio de elementos humanos y naturales. Hoy, la obra maestra de Baldovinetti resuena como una novedad. Al igual que el Renacimiento original supuso un cambio de paradigma en el pensamiento y la creatividad, este cuadro nos invita a dialogar con el pasado, tejiendo la sabiduría histórica en el tejido de nuestro futuro. Un heraldo del Nuevo Renacimiento.
Desde los albores del Renacimiento, Florencia ha latido como un crisol donde intelectuales, artistas, científicos y músicos fusionan sus diversos conocimientos. Gracias al patrocinio innovador de los Medici, la ciudad se transforma en un escenario expansivo que da a luz a una comunidad experimental. Los estudios y academias de artistas, cargados de fervor vibrante, emergen como epicentros de la alquimia creativa. Desde estas profundidades florentinas surge un ethos ecléctico, esculpiendo nuevos paradigmas de belleza y moralidad. Estos mismos valores son los pilares de la visión de Ferragamo, cuyo espíritu se entrelaza con una sinfonía moderna de creativos - desde creativos, directores y fotógrafos hasta artistas, diseñadores de sonido y académicos. Juntas, forjan una comunidad dinámica, dando forma a un tapiz multifacético de arte y pensamiento contemporáneo.