Desde sus primeras creaciones, Salvatore Ferragamo transformó el tacón en un elemento escultórico: una forma para llevar, pero también para admirar. Desde la famosa cuña de los años treinta hasta los experimentos con materiales y siluetas inesperadas, su enfoque visionario redefinió el concepto mismo del calzado. Hoy en día, ese espíritu sigue vivo en los modelos de Ferragamo, donde la tradición dialoga con el estilo contemporáneo, dando vida a tacones que combinan estética y funcionalidad.